Flexibilidad es la palabra mágica. Estudiantes y cada vez más empresas acuden al panal del aprendizaje online, donde la miel sabe a contrato laboral. La fórmula consiste en adecuar, como un guante, los contenidos formativos a las necesidades del mercado de trabajo. Así que no hay excusas, puedes estudiar lo que quieras, cuando quieras y desde donde quieras. Esta es la llamada democratización del conocimiento que, desde principios de esta década, han atraído a millones de estudiantes de todo el mundo.
Los MOOC’s por su acrónimo en inglés, son cursos abiertos y masivos de las disciplinas más diversas, desde programación a idiomas, literatura, historia, psicología, arte o cocina. Un fenómeno que en tan sólo en ocho años ha evolucionado hasta superar en 2018 los 100 millones de alumnos en 11.400 diplomados y cursos organizados por más de 900 universidades en todo el globo.
De esta manera, encontramos que la revolución digital y la conectividad ha permitido que las personas disfruten de los mejores conocimientos e instituciones sin moverse y junto a expertos que ofrecen un amplio abanico de especialidades con un talante más práctico, desde plataformas que bien pueden estar centradas en una sola área o en varias para su máximo alcance intelectual y profesional.
Según las estadísticas del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, una de las grandes diferencias que presentan estas matrículas respecto a las de los estudios de grado presenciales es la edad de los alumnos. Mientras que entre los estudiantes de los grados universitarios tradicionales la franja de edad dominante en un 50,7% es la de 18 a 21 años, seguida de la de 22 a 25, entre los alumnos online sigue siendo la que supera los 30 años y llega hasta los 40.
No obstante, desde el 2016 diferentes plataformas online de diplomados y cursos de universidades, institutos o empresas educativas digitales, han observado los frutos de un gran trabajo publicitario en redes sociales, en el que se creó una tendencia de beneficios relacionados al ahorro de tiempo y dinero que implican los estudios online para las personas que deben trabajar a temprana edad, por lo que se logró aumentar los matriculados de entre 18 y 21 años a también un nutrido grupo de estudiantes de entre los 23 y 30 que desean seguir capacitándose para su desarrollo intelectual y profesional.
Optar por un máster online permite no solo una mayor flexibilidad horaria y facilidad de conciliación, sino también una actualización constante de conocimientos, formación personalizada, internacionalidad y diversidad cultural. Por supuesto, sin renunciar a una formación de alta calidad a un precio sensiblemente más bajo que en los cursos presenciales.
Y por si fuera poco, también las plataformas online para la empleabilidad completan la gama con opciones de aprendizaje continuo, como el que brindan cursos internacionales de formación profesional y certificados de profesionalidad (titulaciones oficiales que acreditan las competencias laborales y delimitan los perfiles profesionales dentro del marco europeo).
El conocimiento vía online, es ahora.